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Título: «La Herencia de Pedro Roca Saura. Memorias de un murciano irrepetible»
Autor: Manuel Madrid
LECTOR A - 05 / nov / 2008
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El empresario murciano Pedro Roca Saura, fundador de la institución ferial Ifepa y también de la ONG Proyecto África-Amigos de Mali, es el protagonista del libro 'Memorias de un murciano irrepetible', una biografía escrita por el periodista Manuel Madrid.
Pedro Roca, nacido en El Jimenado (Torre Pacheco) en 1956 y fallecido el 28 de abril de 2003 mientras esperaba un trasplante de pulmón en el hospital Vall d'Hebrón de Barcelona, fue "una figura clave en el despegue económico y social de la Región en las décadas de los 80 y los 90", comenta el autor de este, su primer libro.
Basado en los testimonios de más de 40 allegados a 'Pericales', como era conocido este empresario que fue presidente del Club de Golf de Torre Pacheco, del Rotary Club de la localidad y de la Asociación Cultural La Herencia.
Manuel Madrid se refiere a Pedro Roca como "un agricultor ilustrado" que fundó la primera institución ferial de Murcia tras haber cursado estudios de Ingeniería Técnica Agrícola en la Universidad Laboral de Sevilla.
El empresario fundó el sindicato de jóvenes agricultores Asaja y fue uno de los artífices de que en 1986 se lograra la ampliación del trasvase Tajo-Segura en el Campo de Cartagena, pero además de ser un trabajador incansable en el campo profesional, mostró su gran corazón y su carácter solidario al crear la ONG Amigos de Mali, para prestar su ayuda en uno de los países más pobres de África Occidental.
"Fue tras realizar un viaje a Mali, el cual le hizo enfocar su vida y sus negocios de urna forma más pausada. Se apartó de la escena pública y afrontó unos años fecundos y extraordinarios en el plano personal", relata Madrid.
La organización no gubernamental se mantiene viva desde 1997 y tras ponerla en marcha, Pedro Roca se volcó en crear infraestructuras escolares y sanitarias, llegando a involucrar a profesionales sanitarios de hospitales de la Región, a empresarios y a personas anónimas que se dejaron guiar por este gran "Merlín de los sueños", como también le llama el autor de un libro que presenta a Roca como "el mejor embajador de su tierra, alguien que lograba hipnotizar a cualquiera con su afecto, su fraternidad y su solidaridad".
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Último comentario: hace 15 año(s) y 286 día(s) |
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Comentarios a este apunte
- +INFO sobre el libro:
Madrid, Manuel (1979-). La herencia de Pedro Roca Saura : memorias de un murciano irrepetible / [Manuel Madrid]. -- [Torre Pacheco?] : Asociación Cultural La Herencia, [2008]. --159 p. : il. ; 21 cm. -- D.L. MU 1252-2008
1. Roca Saura, Pedro (1956-2003). 2. Asociación Cultural La Herencia
929Roca Saura, Pedro
Moderador.
Comentario enviado hace 15 año(s) y 359 día(s).
Valoración: -.
- UN CANTO A LA AMISTAD
No puedo expresar el buen sabor de boca que me dejó este libro, 'La Herencia de Pedro Roca Saura. Memorias de un murciano irrepetible', y la historia de este buen hombre y digo buen hombre, porque sólo las personas que tienen un gran corazón son capaces de hacer estas y muchas más cosas por sus amigos, los de aquí y los de más allá. Sinceramente no pensaba que el libro fuera así, es un libro que engancha y a mí personalmente se me hizo cortísimo.
Me impactó mucho, en el buen sentido de la palabra, porque muchísimas, muchísimas cosas de las que ahí se cuentan "me tocan de cerca" y me emocionaron un montón, tal vez por mi forma de pensar respecto a ciertas cosas, no es que yo conociera a este señor, porque no sabía quien era hasta que me hablaron del libro. Son historias que puedes trasladar perfectamente a esas otras personas buenas que recorren el mundo sigilosamente.
Si con pocas palabras tuviera que describir este libro diría que es un "CANTO A LA AMISTAD Y AL AMOR VERDADERO". Este hombre hizo que de cada semilla que plantó floreciera una historia de amistad ligada a una historia de amor. Las cosas que se hacen con amor, son distintas por muy rutinarias que sean, y este hombre lo demostró. Hay una frase que se me ha quedado grabada cuando se dice algo así: "Son tan pobres que ni pedir saben", esta misión en tierras africanas fue crucial para hacernos ver la bondad de Pericales. No importa sacrificarse cuando uno sabe que lo que hace lo hace por una causa más que justa.
Manolo, estamos en una sociedad donde reina lo material, lo superficial, la envidia, el egoísmo, pero ¿para qué nos sirve eso? eso no nos sirve para nada porque nada de esto nos llevaremos a la otra vida, esto no lo podemos cargar a cuestas, lo que sí nos podremos llevar es todo aquello que ocupa un lugar privilegiado en nuestro corazón, en las alforjas de cada uno sólo hay cabida para todas aquellas cosas que hemos hecho desinteresadamente por los demás, recogeremos lo que hemos sembrado, y si la siembra la hemos hecho con todo el amor del mundo, no nos iremos de vacío. " El secreto de la vida está en compartir lo que tienes y no en repartir lo que te sobra". Ojalá este fuera uno de los lemas de nuestra sociedad. Da todo lo mejor de ti porque eso es lo que te hará feliz.
La amistad es algo maravilloso siempre y cuando se viva de corazón, la amistad y el amor verdadero nunca morirán, si alguna amistad muere por el camino, es porque todo era una farsa, yo puse tierra de por medio cuando vi que me sentía utilizada por una amistad que consideraba verdadera, y no me arrepiento, porque he ganado la felicidad que me dan mis amigos de verdad y entre ellos, estás tú.
Gracias a Manuel Madrid porque con este libro mucha gente se dará cuenta del verdadero significado de la Amistad, descubrirán el verdadero sentido de Dar o Hacer algo sin esperar jamás nada a cambio.
Es duro enfrentarse a la muerte de un ser querido, bien sea un familiar o un amigo, pero esa persona nunca morirá en nuestro corazón, porque dentro de nosotros seguirá estando muy viva. Estoy segura de que desde allí arriba nos mandan el siguiente mensaje:
"... desde mi cielo os arropare en la noche
y os acunare en los sueños y espantare todos los miedos,
desde mi cielo os esperaré escribiendo,
no estoy solo pues me cuidan, la libertad y la esperanza,
yo nunca os olvidaré..."
Bueno, aquí se despide alguien a quien le fascinó el libro.
Pilar O. Navarro (Murcia)
PILI.
Comentario enviado hace 15 año(s) y 359 día(s).
Valoración: 5.
- PUBLICAN LA PRIMERA BIOGRAFÍA DEL EMPRESARIO MURCIANO PEDRO ROCA SAURA, FUNDADOR DE IFEPA Y DE LA ONG 'AMIGOS DE MALÍ'
El periodista Manuel Madrid ha reconstruido, a través de los testimonios de 40 allegados, la vida de esta figura clave en el despegue económico, social y cultural de la Región en un libro biográfico editado por la Asociación Cultural La Herencia
MURCIA. 6 de Mayo de 2008
La Asociación Cultural La Herencia conmemora estos días el quinto aniversario de la muerte del empresario Pedro Roca Saura (1956-2003), una figura clave en el desarrollo económico, social y cultural de la Región en los años 80 y 90, con la edición de un libro, 'LA HERENCIA DE PEDRO ROCA SAURA. Memorias de un murciano irrepetible'. A través de los testimonios de más de 40 allegados, el periodista Manuel Madrid (Murcia, 1979) ha reconstruido la vida de este "agricultor ilustrado" que fundó la primera institución ferial de la Región de Murcia, IFEPA. Mentor de jóvenes emprendedores, malabarista para los negocios y un gran relaciones públicas de la Región, Pedro Roca nació en El Jimenado (Torre Pacheco) en 1956 y murió a los 47 años el 28 de abril de 2003 mientras estaba en lista de espera para recibir un trasplante de pulmón en el hospital Vall d'Hebrón de Barcelona. El libro, que ha sido diseñado por David Brugarolas, estará disponible en breve en librerías y en bibliotecas de la Región.
"Pericales", sobrenombre familiar, estudió Ingeniería Técnica Agrícola en la Universidad Laboral de Sevilla y dedicó su vida a impulsar la economía del Campo de Cartagena a través de su Oficina de Estudios y Proyectos Técnicos, desde la que creó un sinfín de cooperativas agrarias y diseñó infraestructuras para el desarrollo de la comarca como invernaderos, balsas de riegos, naves industriales, mataderos y centros comerciales. En 1984 Pedro Roca y el ex alcalde de Torre Pacheco, el independiente Pedro Jiménez, consiguieron la primera subvención de la Comunidad Autónoma para la creación del recinto ferial de IFEPA, que hasta entonces se venía celebrando en un campo de fútbol, donde se exhibían al aire libre maquinaria y productos agrícolas para promocionar la comarca del Campo de Cartagena. IFEPA organizó bajo su dirección y gerencia siete certámenes anuales (Agricultura, Alimentación, Turismo, Automoción, Construcción, Ofimática, Arte y Moda) y tres salones paralelos (Agua; Mármol y Piedra, y Bodas y Celebraciones) y llegó a convertirse con los años en "un acontecimiento ineludible por el que pasaban la flor y nata de la economía y sociedad de la Región". Pedro fue también miembro fundador del sindicato de jóvenes agricultores, Asaja, y uno de los artífices de que en 1986 se lograra la ampliación del Trasvase Tajo-Segura a una tercera zona regable en el Campo de Cartagena, la Cota 120, que beneficia a 11.000 hectáreas de suelo fértil.
En 1994 Pedro Roca abandona la institución ferial para hacer "un paréntesis en su vida" y viaja a Malí, uno de los países más pobres de África Occidental, para reencontrarse con los que habían sido sus maestros en el internado del colegio de los salesianos de Cabezo de Torres, Alberto Serrano y Paco Silvestre, personas de gran influencia en el empresario pachequero. Aquel viaje le hizo enfocar su vida y sus negocios de una forma más pausada, se apartó de la escena pública y afrontó unos años "fecundos y extraordinarios" en el plano personal. Fundó en 1997 la ONG 'Proyecto África-Amigos de Malí' y se volcó en la creación de infraestructuras escolares, sanitarias y agrícolas, pilares básicos del desarrollo en el que acabó siendo el país de sus sueños. En la ONG involucró a infinidad de profesionales sanitarios de los hospitales de la Región pero también a empresarios y personas anónimas que se dejaron guiar por este hombre seductor de aspecto rotundo que llegó a ser considerado en la Región de Murcia como el "Merlín de los Sueños".
Los últimos años de su vida estuvieron marcados por una fibrosis pulmonar, que no le impidió crear en el Campo de Cartagena los primeros albergues para trabajadores inmigrantes y ocupar otros puestos de responsabilidad más asequibles a su estado de salud como la presidencia del Club de Golf de Torre Pacheco (uno de los primeros seis campos públicos que se construyeron en España), la presidencia del Rotary Club de Torre Pacheco y la presidencia de la Asociación Cultural 'La Herencia', "el sitio de reunión y encuentro de las culturas y de los pueblos", desde la que organizó las famosas "comidas de los martes" en su finca familiar de El Jimenado "para soñar y compartir inquietudes" con sus amigos. Por la Casa Grande desfilaron importantes personajes de la escena pública como miembros del Gobierno regional, empresarios de todos los ámbitos, intelectuales y artistas, que participaron en conferencias multitudinarias con la excusa de comer "unas patatas con huevos fritos". La Herencia llegó a convertirse con los años en uno de los foros de opinión más libres bajo la batuta de Pericales, que ejercía siempre como "maestro de ceremonias".
La Casa Grande de El Jimenado, ligada a los últimos templarios de la Región y un lugar de enorme interés arqueológico, fue también el refugio espiritual de Pedro Roca en los años más delicados de su enfermedad y allí fue donde construyó la plaza de toros Carmen del Alba, donde entrenan hoy los jóvenes novilleros de la Escuela de Tauromaquia de la Región de Murcia. Valiente y emprendedor, con un sentido del humor envidiable y una vitalidad encomiable aún en los años más difíciles de su enfermedad, Pedro Roca se convirtió en el "mayor embajador de Torre Pacheco".
"Nunca se avergonzó de ser murciano y todas sus pequeñas y grandes conquistas se trazaron con el afán de engendrar un mañana de riqueza y armonía para la Región de Murcia", asegura en el libro el periodista Manuel Madrid. "Pedro presumía de ser más del campo que San Isidro Labrador -sostiene el biógrafo- y lograba hipnotizar a cualquiera con su afecto, fraternidad y solidaridad. Fue un domador de conciencias, un ocurrente contador de historias y un enfermo desobediente y lograba sobrecoger a todos con su campechana generosidad, su desparpajo, su salesiana constancia y su arrebatada manera de vivir sin descanso".
Pachequero universal, impenitente murcianista y español confeso, la Asociación Cultural La Herencia, que ahora edita este libro, confía en que el legado de Pedro Roca Saura sirva de ejemplo, inspiración y estímulo para las nuevas generaciones de emprendedores que siguen pensando que "otro mundo es posible".
Publicado.
Comentario enviado hace 15 año(s) y 359 día(s).
Valoración: 5.
- MALÍ EN EL CORAZÓN.
Por Soren Peñalver (Publicado en La OPINIÓN de Murcia el 27 de Julio de 2008).
El pórtico de una monografía divulgativa sobre los pueblos africanos, dirigido por Sir Edward Evans-Pritchard, profesor de Antropología Social en la Universidad de Oxford, comienza con esta frase del poeta de los siglos XVII y XVIII Alexander Pope: "El único objeto de estudio digno de la humanidad es el hombre". Es hermosa la frase, con la que estamos absolutamente de acuerdo, pues reúne en sus escuetas palabras todo el humanismo que merece nuestra condición humana.
Un libro aparecido esta primavera, 'La Herencia de Pedro Roca Saura', del periodista y escritor y gran viajero Manuel Madrid, cumple con la visión del poeta prerromántico inglés, pues se centra en un hombre excepcional, 'un murciano irrepetible' (así se subtitula la obra), el empresario y filántropo (definición hermosa, caída en desuso) Pedro Roca Saura, natural de El Jimenado (Torre Pacheco), desaparecido en plena vitalidad personal y social, dejando una estela de tristeza sobre un espacio ausente, como el sentimiento de nostalgia e inquietudes que dejan los hombres santos, los benefactores de la humanidad.
Manuel Madrid, nuestro joven e incansable amigo, ha querido escribir su libro sobre Pedro Roca con la intriga de la admiración por una vida que no por pública dejaba de ser profundamente personal y original, nada adjunta a tópico alguno, lejos de la convencional norma al uso de los hombres adinerados con generosa conciencia. Manuel Madrid nos ha dado un libro único, irrepetible como su biografiado, y con el cual hemos viajado a África, en toda su amplitud, aunque para no abrumar con perspectiva desmesurada, el centro de nuestros pasos y punto medio de nuestros ojos se detienen en Malí, el país del río Níger y de numerosos lagos, de la mítica Tumbuctú.
Exactamente al sur de Tumbuctú, en la frontera entre Malí y Burkina, se encuentra el país de los dogón, interesante etnia cuya historia y tradiciones, usos y labores están íntimamente ligados a ritos y símbolos, danzas, cantos y atuendos, siempre relacionados con la fertilidad y el origen del hombre y todo lo creado.
Entre colosales bloques de arenisca, a menudo asediadas por violentos vendavales, crecen baobab aislados, tamarindos y acacias. El paraje es como una visión dantesca, en donde la humanidad gira como en círculo, en sus tareas diurnas; la cosecha del mijo, el arroz y el maíz, la elaboración (por la dedicación de las mujeres) de los objetos de barro cocido, el pastoreo, el juego de los niños. Las noches son de una calma de planeta muerto, con las estrellas más brillantes del firmamento sobre cualquier parte del mundo.
En Malí se encuentra una de las artes más bellas de toda África: la escultura dogón. De ella ha escrito Denise Paulme, de la École Pratique de Hautes Études, París, indicando la fuerza espiritual que transmiten sus máscaras, generalmente de madera, y las estatuillas en terracota de sus antepasados. Pero como hemos indicado, el hombre es el más interesante y podemos decir que único y digno objeto de estudio…
En los últimos días de 2006 y primeros de 2007, en estas mismas páginas, aparecieron sendos reportajes sobre Senegal y Malí. 'La fragilidad de los dogones', es un buen título, con el que Manuel Madrid se refiere a las aldeas de macizo de Bandiagara (LA OPINIÓN, viernes, 29 de diciembre, 2006), remontándonos a los siglos XI y XII. Madrid nos aporta bellísimas fotografías de esos enclaves que, como hemos indicado, Dante y Doré pudieron conocer, pero que, en su imaginación, supieron con genio vislumbrar.
Ecole de Kafana 'Pedro Roca' es el nombre de un colegio en una aldea de la región de Sikasso, inaugurado en 2003, y en donde Pedro Roca, impulsado por la ONG 'Proyecto África-Amigos de Malí', fundó generosamente el primer centro de salud. En 'La Herencia de Pedro Roca Saura', su autor, Manuel Madrid destaca, al cerrar su hermoso estudio sobre este hombre peculiar y de personalidad única, lo siguiente: "En septiembre de 2003, a los seis meses de su fallecimiento, María Dolores y sus hijos viajan hasta Malí para visitar el primer centro de salud comunitario para el que se había conseguido financiación cuando Pedro estaba al frente de la ONG. La cita es en la aldea de Kafana. Para Pepe y María era su primer encuentro con la tierra de la que tanto habían oído hablar a su padre. "Nada más llegar saludamos a los ancianos y después caminamos por unas calles solitarias hasta que al girar nos encontramos a dos mil o tres mil críos en fila con camisetas con la cara de mi padre. Atravesando aquella fila enorme de gente parecíamos el Real Madrid en su gira asiática. Nos quedamos paralizados", relata Pepe… A María incluso la abordaban en las calles cuando descubrieron que era hija de Pedro Roca. "Yo no me podía creer que en el mercado de Bamako llorara la gente cuando le decíamos que había muerto mi padre, en Mopti los vendedores de la puerta del Hotel Kanaga me regalaban collares diciéndome que mi padre era un hombre bueno" (pág. 135).
Pedro Roca Saura (1956-2003) vive entre los que le conocieron y amaron. Sobre todo, en el Sahel africano, entre cuyos habitantes es asumida memoria de bondad y generosidad solidarias. Este otoño, volveremos con este hombre, que nos acompaña en este viaje. Manuel Madrid, su biógrafo, hará una presentación oficial de su libro, en honor de ese 'murciano irrepetible', Pedro de Malí, cuyo nombre y figura se van engrandeciendo según pasan los años.
Soren Peñalver
Publicado.
Comentario enviado hace 15 año(s) y 359 día(s).
Valoración: 5.
- http://laherenciadepedrorocasaura.blogspot.com/
Blog sobre el libro biográfico 'La Herencia de Pedro Roca Saura. Memorias de un murciano irrepetible', editado por la Asociación Cultural La Herencia de Torre Pacheco (Murcia).
Autor: Manuel Madrid
Blog.
Comentario enviado hace 15 año(s) y 358 día(s).
Valoración: -.
- Nueva web de David Brugarolas, diseñador del libro 'LA HERENCIA DE PEDRO ROCA SAURA. Memorias de un murciano irrepetible', escrito por Manuel Madrid y editado por la Asociación Cultural La Herencia de Torre Pacheco. www.pro-estudio.com
MAGERIT.
Comentario enviado hace 15 año(s) y 346 día(s).
Valoración: 5.
- En el periódico «La opinión» de hoy (12-12-2008) hay una reseña de este libro escrita por Francisco Javier Diez de Revenga.
Moderador.
Comentario enviado hace 15 año(s) y 323 día(s).
Valoración: -.
- ARTÍCULO DE FRANCISCO JAVIER DÍEZ DE REVENGA
Catedrático de Literatura Española, Teoría de la Literatura y
Literatura Comparada de la Universidad de Murcia
(Publicado en LA OPINIÓN de Murcia, 12/12/2008)
'Memorias de un murciano irrepetible'
Manuel Madrid (Murcia, 1979) es un periodista de LA OPINIÓN, que ha escrito una excelente biografía documentada de un murciano irrepetible, Pedro Roca Saura, que fue a lo largo de su vida promotor de empresas agroalimentarias y sobre todo un hombre de fe que llevó su bondad a tierras de misión remotas. Su muerte en plena madurez, aún muy juvenil, conmocionó a sus muchos amigos de Torre Pacheco, de Murcia y de lejanos lugares africanos, y su recuerdo permanece imborrable en la memoria de todos. Por todo ello nos parece que ha sido una magnífica idea publicar esta espléndida biografía ilustrada, cuyo título refleja muy bien el alcance de su contenido: “La herencia de Pedro Roca Saura. Memorias de un murciano irrepetible”, que ha publicado justamente la Asociación Cultural 'La Herencia'.
Leemos en el libro, en efecto, la historia del empresario murciano Pedro Roca Saura, fundador de la institución ferial Ifepa y también de la ONG Proyecto África-Amigos de Malí. Nacido en El Jimenado (Torre Pacheco) en 1956 y fallecido el 28 de abril de 2003, tras una delicada enfermedad, fue una figura clave en el despegue económico y social de la Región en las décadas de los 80 y los 90. Para realizar Manuel Madrid su trabajo, en el que mezcla los géneros de la biografía y el reportaje periodístico, se ha basado en los testimonios de numerosos familiares y amigos de “Pericales”, como afectuosamente era conocido este empresario que llegó a presidir el Club de Golf de Torre Pacheco, el Rotary Club de la localidad y de la Asociación Cultural La Herencia. Se trataba, como señala el biógrafo, de una especie rara de agricultor bien formado científica y técnicamente, ya que cursó estudios de Ingeniería Técnica Agrícola en la Universidad Laboral de Sevilla, pero sobre todo nos hallamos ante un agricultor para que el que el campo era toda su vida, su trabajo, su máxima aspiración, su “modus vivendi”, su pasión continuada desde la infancia hasta la venturosa madurez.
Prueba de ello, es que Roca Saura estuvo presente, cuando no protagonizó, todos los acontecimientos importantes de la vida agrícola regional durante aquellas décadas. Fundó el sindicato de jóvenes agricultores Asaja y fue uno de los artífices de que en 1986 se lograra la ampliación del trasvase Tajo-Segura en el Campo de Cartagena, además de crear la ya citada institución ferial Ifepa. Alumno de los salesianos de Cabezo de Torres en su infancia y juventud, vivió su vida como un camino de fe y fraternidad que le llevó a empresas de gran calado solidario, ya que creó la ONG Amigos de Malí, para prestar su ayuda en uno de los países más pobres de África Occidental. Cuando conoció, tras un viaje a aquel país africano, las necesidades de la población y la miseria que atenazaba a sus habitantes, enfocó su vida y sus negocios de una forma más pausada y, en cierto modo, se apartó de la escena pública para dedicarse a realizaciones que enriquecieron definitivamente su vida espiritual.
Manuel Madrid lo define muy bien con estas palabras que revelan la calidad de su persona y el carácter bueno y afable que adornaba el espíritu de este murciano excepcional: “Dispuesto día y noche para los negocios; venerado y envidiado al mismo tiempo por su inagotable capacidad para aglutinar proyectos, voluntades e ilusiones en una misma dirección... todas sus pequeñas y grandes conquistas se trazaron con el afán de engendrar un mañana de riqueza y armonía para la Región de Murcia. Desde su segunda fila nunca persiguió la gloria personal en sus propósitos, pero lograba sobrecoger a cualquiera con su campechana generosidad, su natural desparpajo, su salesiana constancia y su arrebatada manera de vivir sin descanso hasta esa azarosa madrugada de primavera. Contagió a los demás de ilusiones para construir torres de esperanza, ya fuera en el Campo de Cartagena o en las orillas del río Níger, y viajó sin pedal por el mundo con cargamentos de alegría, ternura, calor, fe y lágrimas como exceso de equipaje”.
El volumen, maravillosamente editado, está ilustrado por numerosas fotografías que acercan al personaje a sus lectores. Fotografías familiares, entrañables, desde la infancia hasta los últimos días; fotografías oficiales, rodeado de cuantos con él hicieron una labor inolvidable para la agricultura de la región; y fotografías tomadas en tierra de misión, en Malí, prueba de la generosidad solidaria que caracterizó sus últimos años, y testimonio de su labor a favor de los demás. Imágenes para acompañar a un texto dinámico y entrañable en el que los testimonios de muchos van formando en la memoria el recuerdo de un personaje singular, único e irrepetible. A través de las palabras de familiares y amigos, Manuel Madrid ha ido tejiendo un relato sin pausa, inevitablemente con una cierta celeridad, que nos lleva desde los orígenes al final tan próximo como inesperado de Pedro Roca Saura, un personaje para ser recordado, no sólo por los que le conocieron sino, como es mi caso, por los que, a través de un libro tan útil como ameno, hemos llegado a admirar a un personaje irrepetible.
AVISPADO LECTOR.
Comentario enviado hace 15 año(s) y 322 día(s).
Valoración: 5.
- Comentario del crítico literario Ramón Jiménez Madrid (Águilas, 1945) sobre el libro 'La Herencia de Pedro Roca Saura. Memorias de un murciano irrepetible', publicado el 16 de enero de 2008 en 'La Biblioteca' del diario LA OPINIÓN:
'La Huella'
"De sobra conocen al joven y minucioso periodista Manuel Madrid -del que no creo ser pariente- por sus noticias en LA OPINIÓN. Ahora, procediendo de una perspectiva casi novelesca, este periodista sigue la huella de un joven e intrépido empresario pachequero que tuvo prisa por partir antes de tiempo hacia el más allá. Manuel Madrid, en breves apartados que no disminuyen ni amenguan la precisa documentación, va narrando la vida desde que estudiara en los salesinanos de Cabezo de Torres, sus estudios sevillanos, su trayectoria empresarial, ligada a Ifepa y a otras aventuras financieras -relacionadas con la ONG 'Proyecto África-Amigos de Malí'- hasta las espirituales, sin duda más perdurables y duraderas".
MURCIANO.
Comentario enviado hace 15 año(s) y 286 día(s).
Valoración: 5.
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